Sus citas célebres

Gengis Kan o Timuyin fue un aristócrata y conquistador mongol que unificó a las tribus nómadas de esta etnia fundando el primer Imperio mongol; forjando el más vasto imperio que ha conocido la humanidad. Bajo su liderazgo como Gran Kan, los mongoles extendieron su dominio, desde Europa Oriental hasta el océano Pacífico, y desde Siberia hasta Mesopotamia, la India e Indochina. Mostró un salvajismo sin límites hacia sus enemigos, y utilizó el asesinato como arma habitual en sus conquistas. A su muerte, el Imperio mongol quedó dividido entre sus tres hijos.

Estas son algunas de sus citas más celebres:

Ten el valor de la astucia que frena la cólera y espera el momento propio para desencadenarla
Soy el castigo de Dios, si no hubieses cometido grandes pecados, Dios no habría enviado un castigo como yo sobre ti
Una flecha sola, puede ser rota fácilmente, pero, muchas flechas son indestructibles 
Si no puede abstenerse de beber, un hombre puede emborracharse tres veces al mes; si lo hace más de tres veces, es culpable; si se emborracha dos veces al mes, es mejor; si una vez al mes, es aún más loable; y si uno no bebe en absoluto, ¿qué puede ser mejor? Pero, ¿dónde puedo encontrar un hombre así? Si tal hombre fuese encontrado sería digno de la más alta estima 
No basta con que yo triunfe. Los demás deben fracasar
No tuve ningún lugar donde esconderme del trueno, así que ya no le temo
Ten una sola mente y una sola fe, entonces podrás conquistar a tus enemigos y vivir una vida larga y feliz 
Conquistar el mundo montado a caballo es fácil, es desmontar y gobernar lo que es dificil
Si mi cuerpo muere, deja que mi cuerpo muera, pero no dejes morir a mi país 

El placer y la alegría del hombre radica en aplastar al rebelde y conquistar al enemigo, en arrancarlo de raíz, y tomar de él todo lo que tiene

A pesar de todas las expectativas, el tiempo de mi última campaña y de mi muerte está cerca. Quiero morir en casa. No dejes que mi fin te desarme, y en ningún caso lloréis por mí, no sea que el enemigo se advierta de mi muerte

 En el plazo de siete años he triunfado al culminar un gran trabajo y unificar a todo el mundo en un imperio

A aquellos que eran hábiles y compañeros valientes, yo les he hecho jefes militares. A aquellos que eran rápidos y ágiles, yo les he hecho jinetes de caballo. A aquellos que no eran hábiles, yo les he dado un pequeño látigo y les he enviado a ser pastores

El cielo se cansó de la soberbia y el lujo de China... Yo soy del norte bárbaro. Llevo la misma ropa y como los mismos alimentos que los pastores de vacas y caballos. Hacemos los mismos sacrificios y compartimos nuestras riquezas. Veo a la nación como a un niño recién nacido y me preocupo por mis soldados como si fueran mis hermanos

 Bebamos de la copa de la destrucción

Tal vez mis hijos vivirán en casas de piedra y ciudades amuralladas - Yo no

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